Muestras de sangre para transfusión

La hematología es la especialidad médica dedicada al estudio de la sangre. Permite conocer y valorar, por lo tanto, el estado de salud de un paciente, ya sea de una enfermedad general o específicamente hematológica. La exploración hematológica se ha realizado tradicionalmente mediante el recuento y análisis de los componentes de la sangre (eritrocitos, leucocitos y plaquetas) extrayendo una pequeña cantidad de esta. Ya sea en laboratorios básicos para el estudio de enfermedades, ya sea en bancos de sangre (centros para transfusión de sangre), las muestras de sangre requieren un cuidado diferenciado, en comparación con otras muestras biológicas. 

Asimismo, con los últimos avances tecnológicos se han desarrollado nuevas técnicas cualitativas y cuantitativas de otros componentes celulares sanguíneos cuyo estudio podría ser clave para ciertas alteraciones fisiopatológicas, enfermedades crónicas, tratamientos con medicamentos, déficits, neoplasias, etc. No es necesario decir que todos estos avances multiplican las posibilidades de investigación básica, pero también aumentan la complejidad a la hora de manejar las muestras.

Por lo tanto, los métodos de obtención, almacenamiento y transporte de estas muestras, bien para transfusión o para su estudio, son esenciales para su viabilidad. Veamos a continuación el proceso a seguir para la optimización de la calidad/viabilidad de las muestras.

Obtención hemocomponentes y hemoderivados

Para su aislamiento y almacenamiento, la sangre total debe ser centrifugada inmediatamente y el componente de sangre apropiado debe ser retirado del material celular, distribuido en alícuotas y congelado. El tratamiento debe realizarse rápidamente, antes de una posible lisis celular (rotura de membrana celular que provoca la salida de material biológico) o degradación de las proteínas.

En España, el artículo 12 del Real Decreto 1088/2005, por el que se establecen los requisitos técnicos y condiciones mínimas de la hemodonación y de los centros y servicios de transfusión, aplica las siguientes definiciones relacionados con la obtención de los productos y componentes sanguíneos:

  1. Se entiende por componente sanguíneo cualquiera de los componentes de la sangre, hematíes, leucocitos, plaquetas y plasma, utilizados con fines terapéuticos.
  2. En la preparación de los componentes sanguíneos, se utilizarán recipientes con anticoagulantes y conservantes adecuados.
  3. La separación de los diferentes componentes sanguíneos deberá realizarse en condiciones de asepsia y preferentemente en circuito cerrado. Es necesario que, durante las operaciones, se mantenga la esterilidad con técnicas asépticas y equipo estéril apirógeno y de un solo uso.

Tipos de componentes sanguíneos y hemoderivados

El mismo decreto aplica, de forma resumida, las siguientes definiciones relacionados con los tipos de productos y componentes sanguíneos que pueden obtenerse:

  • Componentes eritrocitarios:
    1. Sangre total: sangre tal como es extraída en una donación.
    2. Hematíes: hematíes (eritrocitos) de una única donación de sangre (1UDS) total de la que se ha eliminado gran parte del plasma.
    3. Hematíes sin capa leucocitaria: como los hematíes, pero también con eliminación de la capa leucocitaria (componente preparado por centrifugación de una unidad de sangre total que contiene una proporción considerable de leucocitos y plaquetas).
    4. Hematíes leucodeplecionados: como los hematíes, pero también con eliminación de leucocitos.
    5. Hematíes en solución aditiva: como los hematíes, pero con adición de solución nutritiva o conservadora (solución formulada específicamente para mantener las propiedades beneficiosas de los componentes celulares durante su conservación).
    6. Hematíes sin capa leucocitaria, en solución aditiva: hematíes sin capa leucocitaria y adición de solución nutritiva o conservadora.
    7. Hematíes leucodeplecionados, en solución aditiva: hematíes leucodeplecionados y adición de solución nutritiva o conservadora.
    8. Hematíes obtenidos por aféresis: hematíes procedentes de una donación mediante eritroaféresis, proceso a través del cual puede obtenerse una mayor cantidad de eritrocitos que en una donación convencional.
  • Componentes plasmáticos:
    1. Plasma: parte líquida de la sangre en la cual se encuentran suspendidos los elementos celulares. Puede separarse de la parte celular de la sangre para su utilización terapéutica como plasma congelado o para su tratamiento posterior, a fin de obtener crioprecipitado y plasma pobre en crioprecipitado para transfusión. Puede utilizarse también para la fabricación de medicamentos derivados del plasma humano o bien para la preparación de plaquetas unitarias o en mezcla, leucodeplecionadas o no. Asimismo, puede ser utilizado para la resuspensión de componentes eritrocitarios para exanguinotransfusión o transfusión perinatal.
    2. Crioprecipitado: componente plasmático preparado a partir de plasma fresco congelado mediante precipitación de las proteínas durante la descongelación, y posterior concentración y suspensión en un pequeño volumen de plasma.
    3. Plasma fresco congelado: plasma sobrenadante de una donación de sangre o plasma recogido mediante aféresis, posteriormente congelado en un período de tiempo y conservado a una temperatura que garantice el mantenimiento de los factores lábiles de coagulación.
    4. Plasma pobre en crioprecipitado: componente plasmático preparado a partir de una unidad de plasma fresco congelado. Consiste en la parte residual que queda tras ser retirado el crioprecipitado.
    5. Plasma mantenido en cuarentena: plasma en que se efectúa el control de las pruebas de detección de agentes infecciosos con una nueva determinación en el donante, en tiempo tal que cubra el período ventana habitual de los marcadores de las infecciones virales, establecidas en las pruebas de selección de donantes.
    6. Plasma inactivado: plasma sometido a técnicas estandarizadas de reducción de carga viral, como inactivación fotodinámica con azul de metileno, método con solvente-detergente o por otros métodos de inactivación previamente autorizados.
  • Componentes plaquetarios:
    1. Plaquetas obtenidas por aféresis: suspensión de plaquetas obtenidas mediante tromboféresis.
    2. Plaquetas obtenidas por aféresis, leucodeplecionadas: plaquetas obtenidas por aféresis con eliminación de la mayor parte de los leucocitos.
    3. Unidad plaquetas recuperadas: suspensión de plaquetas obtenida mediante procesamiento de una unidad de sangre total.
    4. Unidad plaquetas recuperadas, leucodeplecionadas: lo anterior, pero con eliminación de la mayor parte de los leucocitos.
    5. Mezcla plaquetas recuperadas: mezcla de suspensiones de plaquetas, obtenidas mediante procesamiento de varias unidades de sangre total durante o después de la separación.
    6. Mezcla plaquetas recuperadas leucodeplecionadas: lo anterior, pero con eliminación de la mayor parte de los leucocitos.
  • Componentes granulocitarios:
    1. Granulocitos obtenidos por aféresis: concentrado de granulocitos obtenido mediante granulocitoféresis.

Sustancias para el mantenimiento de la sangre

Como se ha indicado previamente en el apartado de obtención de componentes sanguíneos, debido a que la sangre coagula entre 3 min y 7 min, es necesario el uso de sustancias, como anticoagulantes, que permitan que los componentes de la sangre permanezcan en suspensión. Estas sustancias deben procurar que las células sanguíneas se encuentren en el estado más parecido al fisiológico, es decir, como cuando se encuentran circulando por el torrente sanguíneo. Así pues, estas sustancias no deben modificar la morfología de los leucocitos, el tamaño eritrocitario, producir hemólisis e impedir la agregación plaquetaria. Asimismo, deben maximizar el período de conservación de la muestra (cerca de 24 h a 25 °C o incluso 48 h refrigerada a 4 °C).

Los anticoagulantes más habituales son:

  • EDTA
  • Heparina
  • Citrato sódico
  • Oxalato sódico
  • Oxalato de amonio potasio, y algunas soluciones anticoagulantes conservadoras. Cada una de estas sustancias tiene ventajas e inconvenientes según el tipo de muestras sanguínea.

Instrumentos para la obtención de las muestras de sangre

Los principales instrumentos para la obtención de muestras de sangre son las jeringas y los dispositivos de cierre al vacío. Las primeras constituyen sistemas integrados por un cilindro (graduado en mL), un émbolo y una aguja con punta en un solo extremo y una base para montarse en el cilindro de la jeringa. Son de toma única y deben emplearse para la extracción de sangre en pacientes pediátricos, geriátricos o en caso de pacientes con venas frágiles.

Entre los sistemas al vacío se incluyen las jeringas, de toma múltiple, de varias longitudes y anchos, y que se cierran con rosca; los dispositivos de sostén, que son bases plásticas para sujetar las agujas (desechables y de uso único); y los tubos al vacío, de plástico o de vidrio, que contienen una cantidad preestablecida de un aditivo sellado al vacío y que se manejan por código de colores en el tapón (el color determina el tipo de aditivo. Véase el apartado Muestras de sangre, norma ISO y códigos de color del artículo La importancia del recipiente para un análisis eficaz y fiable de las muestras biológicas).

Transporte de muestras de sangre

El transporte de las muestras de sangre es una parte importante del proceso preanalítico y es crucial para evitar retrasos. Debido a la creciente demanda desde el entorno clínico, es importante que los tubos de obtención de muestras se transporten lo más rápidamente posible para poder medir los analitos dentro del tiempo de estabilidad establecido, para mantener tiempos de entrega rápidos y garantizar la integridad de las muestras. Además, el propio proceso de transporte debe estar firmemente controlado para garantizar que no haya alteraciones de temperatura, agitación u otras influencias físicas o biológicas. 

Asimismo, la logística del transporte debe estar bien organizada para satisfacer el flujo adecuado de muestras. Cualquier retraso podría alterar los resultados y, en consecuencia, tener un impacto negativo en la seguridad de los pacientes. El transporte de las muestras, por lo tanto, es una tarea compleja, desafiante y a menudo olvidada, que requiere una planificación exhaustiva y recursos que tengan en cuenta los factores que podrían alterar los resultados. Esta información debe ser transmitida a todas las partes implicadas en el proceso de transporte (médicos, personal enfermero, flebotomistas, transportistas, etc.). 

Normativa para el transporte de sangre

Cualquier laboratorio acreditado centro de transfusiones debería seguir los requisitos establecidos en la directriz del Clinical Laboratory Standards Institute (CLSI) sobre Procedimientos para la manipulación y el procesamiento de muestras de sangre para pruebas de laboratorio comunes y la norma ISO 20658:2017 sobre Requisitos para la recogida, el transporte, la recepción y la manipulación de muestras. Cada laboratorio debe considerar cuidadosamente cómo cumplir estos requisitos de la mejor manera posible y en la práctica. 

Las muestras externas se transportan de diversas maneras (coches, cajas, drones o incluso aviones y trenes). Si las muestras se protegen adecuadamente de las desviaciones de temperatura y la agitación, ninguna de estas formas de transporte debería afectar las muestras de forma significativa. Sin embargo, es crucial controlar estas condiciones, y también es una exigencia según la acreditación 15189:2012 que llevan la mayoría de los laboratorios.

Como ya se ha mencionado, el transporte de muestras de sangre desde fuera del ámbito hospitalario suele ser costoso y supone un reto logístico. Los fallos en el etiquetado de los tubos, el envasado y el transporte provocan retrasos y un aumento de los costes con varias partes implicadas. Las rutinas de transporte deben describirse y acordarse, incluyendo también qué hacer cuando estas rutinas se desvían. Ya existen en el mercado una serie de sistemas de apoyo técnico para ello, entre los que se incluyen programas informáticos y neveras inteligentes con GPS y registradores de temperatura, y estas características serán sin duda una parte importante de la mejora de la garantía de calidad preanalítica en el futuro.

En referencia al marco legal para el transporte de muestras biológicas, el Acuerdo Europeo sobre el transporte internacional de mercancías peligrosas por carretera (ADR), es importante comentar que las gotas de sangre seca y la sangre destinada para transfusiones están exentas de la mencionada legislación, pues se considera que presentan un riesgo mínimo de contener agentes patógenos.

El artículo 14 del Real Decreto 1088/2005 determina lo siguiente con base a las condiciones de conservación y transporte de los hemoderivados en España:

  1. Los congeladores, refrigeradores e incubadores usados para el almacenamiento de sangre o de sus componentes deben poseer un diseño y una capacidad tal que se mantenga la temperatura deseada de manera uniforme en su interior. Deben contar con un sistema de registro continuo de la temperatura y un sistema de alarma audiovisual que entre en acción con tiempo suficiente para que puedan tomarse medidas tendentes a asegurar que la sangre y sus componentes se mantengan dentro de las temperaturas establecidas en esta normativa.
  2. El transporte y la distribución de sangre y de sus componentes en cualquiera de las fases de la cadena transfusional deberán realizarse en condiciones que preserven la integridad y propiedades del producto.
  3. Los centros de transfusión velarán por que las condiciones de conservación de la sangre y los componentes sanguíneos, así como su transporte y su distribución, cumplan los requisitos establecidos en las siguientes tablas.

Conservación en estado líquido

ComponenteTemperatura de conservaciónTiempo máximo de conservación
Preparados eritrocitarios y sangre total (cuando se utiliza sangre total para transfusión)+ 2 °C a + 6 °C28-49 días, en función del procedimiento de extracción, procesamiento y conservación utilizado
Preparados de plaquetas+ 20 °C a + 24 °C5 días; pueden conservarse hasta 7 días si se combina con un sistema de detección o reducción de contaminación bacteriana
Granulocitos+ 20 °C a + 24 °C24 h

Crioconservación

ComponenteCondiciones y duración de la conservación
Hematíes.30 años, dependiendo del procedimiento de extracción, procesamiento y conservación utilzado.
Plaquetas.24 meses, dependiendo del procedimiento de extracción, procesamiento y conservación utilizado.
Plasma y crioprecipitado.36 meses, dependiendo del procedimiento de extracción, procesamiento y conservación utilizado.

Transporte y distribución

Sangre total y componentes eritrocitarios líquidos, una vez procesados: temperatura entre 1-10 °C. No podrán volver a refrigerarse las unidades que superen dicha temperatura
Productos habitualmente conservados a 20-24 °C: temperatura aproximada entre 18-24 °C
Productos conservados habitualmente congelados: se transportarán manteniendo la congelación a temperatura cercana a la de conservación
Productos conservados habitualmente congelados, una vez descongelados en estado líquido: 1-10 °C

Recomendaciones de bioseguridad

A continuación, se listan varios elementos a tener en cuenta para optimizar la viabilidad de las muestras y la seguridad en laboratorios de hematología y centros de transfusión:

  • Toda muestra de sangre debe manipularse con extremo cuidado para evitar la contaminación del analista y del área de trabajo. Por lo cual, deben emplearse guantes durante todo el proceso y algún otro tipo de protección como, gafas o uniformes de seguridad cuando el proceso lo requiera; así como seguir en todo momento las normas de seguridad establecidas por el centro.
  • El impacto del tiempo y las condiciones de transporte en los resultados de las pruebas depende en gran medida de los analitos solicitados, del tiempo de centrifugación y del método analítico aplicado. Por lo tanto, es vital personalizar el proceso de transporte según el tipo de muestra y el método de análisis.
  • La información básica sobre la muestra y el paciente debe registrarse de tal manera que el tubo sea trazable en todo momento. De nuevo, deben seguirse en todo momento las normas de seguridad establecidas por el centro.
  • La toma de muestras para su estudio en laboratorio con estabilidad a corto plazo o que exigen un almacenamiento en tubos planos después de la centrifugación o la congelación antes del transporte debe especificarse en las directrices de recogida de muestras del laboratorio, que según la norma ISO 15189 deben distribuirse a los tomadores de muestras externos. Del mismo modo que se rechazan las muestras debido a la hemólisis, las muestras más allá del tiempo de estabilidad especificado y fuera de los límites de temperatura aprobados deben rechazarse para su análisis. 
  • Los centros/laboratorios debe ser consciente de su responsabilidad de controlar continuamente la calidad de todo el proceso de transporte, incluidas las circunstancias de entrega de terceros, y al mismo tiempo estar al día con las modificaciones de los requisitos clínicos (frecuencia de las muestras, plazos de entrega) y las nuevas normativas en este ámbito.

Bibliografía:

Sample transportation – an overview, Mads Nybo, Janne Cadamuro, Michael P. Cornes, Rubén Gómez Rioja ORCID logo and Kjell Grankvist, De la revista Diagnosis. Consultado el 3 de mayo de 2022

Real Decreto 1088/2005, de 16 de septiembre, por el que se establecen los requisitos técnicos y condiciones mínimas de la hemodonación y de los centros y servicios de transfusión. Consultado el 3 de mayo de 2022.

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