Mantener la cadena del frío ha supuesto siempre un reto extra para el sector logístico, ya que la necesidad de conservar las mercancías a una temperatura concreta supone una dificultad añadida que afecta a todo el proceso.
La industria alimenticia, la sanitaria, la farmacéutica e incluso el proceso de trasplante de órganos dependen en buena medida de la buena conservación de la cadena del frío, ya que sus productos son mercancías fácilmente degradables y pueden suponer un riesgo para la salud si se producen oscilaciones bruscas de la temperatura. Las vacunas, tan en boca de todos hoy en día por la crisis sanitaria del coronavirus, son uno de los casos más paradigmáticos, ya que de una buena conservación de la cadena del frío dependen muchas vidas.
Mantener esta cadena del frío no es tarea fácil, ya que en ella intervienen muchos eslabones, y cualquier fallo en uno de ellos puede suponer un grave problema. Por una buena ejecución de la logística a temperatura controlada es tan importante.
Garantizar la cadena del frío requiere de la utilización de mucha maquinaria y mucha tecnología debidamente elegida y adaptada a cada caso concreto. Todo ello abre un gran campo de posibilidades para investigar y desarrollar nuevas tecnologías que faciliten ese procedimiento. Un campo en el que muchas empresas están avanzando últimamente.
¿Qué fases atraviesa la cadena del frío?
La dificultad de conservar la cadena del frío radica principalmente en que es una secuencia transversal a todo el proceso de fabricación y distribución de los productos. El control de la temperatura es necesario desde el primer momento en que se crea o se recoge el producto hasta su consumo final o su aplicación.
Dentro de todo este proceso, se atraviesan distintas etapas, y cada una supone un reto a la hora de conservar las condiciones de temperatura de las mercancías. De esta forma, podemos señalas cuatro fases durante la cadena logística:
Almacenaje
Es la fase que más tiempo suele durar, pudiendo prolongarse incluso meses, por lo que es una de las etapas muy sensible para garantizar el buen estado de la mercancía.
Carga y descarga
En productos perecederos la carga y descarga debe hacerse con la máxima celeridad posible, para evitar una exposición prolongada de las mercancías a la temperatura ambiente.
Transporte
Las condiciones de conservación de los productos deben mantenerse intactas mientras estos se trasladan de un punto a otro, pues durante este camino también podría romperse la cadena del frío.
El transporte debe hacerse con los vehículos mejor adaptados para cada caso, intentando agilizar el proceso lo máximo posible para reducir el tiempo en que pueden surgir imprevistos que comprometan la estabilidad de la temperatura.
Distribución y venta
Aunque se haya extremado el cuidado de la cadena del fío durante todo el proceso logístico, el mínimo fallo durante el último eslabón puede tirar por tierra todo el trabajo anterior. Una manipulación negligente en este paso puede poner en peligro la seguridad del producto justo antes de su consumo o aplicación final.
Siendo necesario atravesar tantas fases distintas y teniendo que respetar las especificaciones concretas para cada mercancía, no es de extrañar que el mantenimiento de la cadena del frío suponga un gran reto para los trabajadores logísticos. Coordinar todas las fases, de modo que pueda pasarse de una a otra sin que se rompa la cadena, y organizar todo el proceso no es sencillo, y más aun cuando no se dispone de la tecnología más adecuada.
Afortunadamente, en los últimos años se está avanzando mucho en este campo, y se dispone ya de tecnología avanzada facilitan mucho la labor.
¿Qué son las neveras inteligentes para el sector sanitario?
Dentro de estos avances tecnológicos, uno de los que más ha revolucionado el sector y simplificado las tareas propia de la cadena del frío es la aparición de neveras inteligentes. Estos aparatos suponen un gran paso adelante en lo que a trazabilidad y seguridad se refiere.
A grandes rasgos, las neveras inteligentes son refrigeradores portátiles equipados con tecnología que permite llevar a cabo un control de la temperatura de la mercanciía transportada, aumentar la trazabilidad de la nevera durante todo el recorrido y ofrecer información útil.
Cuentan con sistemas de medición de temperatura que informan en todo momento del estado de los elementos transportados, y alertan en caso de que se produjera una rotura de la cadena de frío durante el recorrido. Además cuentan con sistemas de localización vía GPS, por lo que puede seguirse la ruta de la nevera en tiempo real y conocer su localización exacta en todo momento.
Toda esa información queda, además, registrada, junto con los datos sobre quién ha accedido al contenido de la nevera en cada momento. Además, estos dispositivos están siempre conectados, lo que permite acceder a la información desde cualquier lugar.
Estas utilidades simplifican muchísimo la trazabilidad de los productos, ya que la nevera recoge la información de forma automática y elimina el factor del fallo humano en las mediciones. Por ello es una tecnología idónea para simplificar los procesos y garantizar la seguridad y la conservación de vacunas, muestras de sangre, muestras biológicas y pruebas médicas.
Además, sus medidas de seguridad las hacen ideales también para transportar muestras sensibles como pruebas antidoping o pruebas judiciales, en las que hay que asegurarse de que se cumple la cadena de custodia y que nadie que no deba manipule su contenido.
Nuuk, la solución de Groenlandia
Nuuk es una nevera ligera y resistente desarrollada por Groenlandia Tech. Está fabricada en Poliestireno EPP, muy aislante, reciclable y resistente a sustancias químicas de limpieza. En su interior cuenta con tres acumuladores de frío para garantizar la temperatura (entre 12ºC y 23ºC), y tiene una gran capacidad, además de disponer de dos contenedores secundarios para múltiples usos. Sólo pesa 6 kilos, por lo que es muy fácil de transportar, y una vez llena sus asas pueden soportar hasta 120kg.
Nuuk garantiza la trazabilidad en todo momento, ya que cuenta con un sistema localización vía GPS que permite el seguimiento de la nevera en tiempo real, sensores de temperatura y alarmas configurables. Además tiene también sensores para detectar impactos y posibles daños del producto, por lo que el control es máximo.
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