Tras la crisis sanitaria provocada por la irrupción del covid-19, mantener la cadena de frío durante el almacenamiento y transporte de determinados productos se ha vuelto un desafío. Buena muestra de ello son las vacunas de Pfizer y Biontech que deben conservarse y distribuirse a nada menos que -70°. En el caso de los viales de Moderna -otra de las compañías farmacéuticas que ha desarrollado y comercializa una cura contra el coronavirus-, las condiciones para su conservación son algo menos extremas: –15 grados centígrados.
De lo que no cabe duda es que, en ambos casos, se pone de manifiesto la importancia que está tomando la logística a temperatura controlada. Disponer de instalaciones de ƒalmacenamiento, además de personal capacitado para manejar los viales ha sido, y sigue siendo, dos de los principales retos de esta operación logística, de la que depende la vacunación de miles de personas. Pero la importancia de la temperatura en la distribución de mercancías va más allá del transporte de medicamentos.
Casi el 40% de los alimentos se pierden por la rotura de la cadena de frío
En el caso de la alimentación, un 38% de los alimentos producidos en todo el mundo no llegan al consumidor porque se pierden por el camino. Según expertos en logística, ello supone cerca de 750 miles de millones de dólares de pérdidas para la industria. Una cadena de frío poco eficiente es uno de los principales factores que provocan este desperdicio.
La irrupción de la Covid-19 ha agravado todas estas carencias. A medida que se imponían restricciones en movilidad también se disparaba el comercio electrónico – en nuestro país, durante los primeros tres meses de confinamiento domiciliario, el gasto medio por individuo en compras online fue de 96 euros, un 35% más respecto del mismo periodo del año anterior- y se hacía más evidente la necesidad de desarrollar cadenas de frío más cortas, flexibles y eficaces.
Innovar en logística a temperatura controlada
Algunos expertos, como la consultora MarketsAndMarkets, pronostican que el mercado global de transporte refrigerado podría llegar a facturar 21.600 millones de dólares en el plazo de cinco años. Para evitar la rotura de la cadena de frío de las mercancías durante todo el proceso, es necesario que se acelere la innovación en diferentes aspectos de la logística:
- Digitalización de los procesos en toda la cadena de suministro.
- Operaciones de carga y descarga lo más rápido posible para asegurar un mantenimiento estable de la temperatura tanto en alimentos como en fármacos químicos o artículos biomédicos.
- Vehículos refrigerados provistos de indicadores que permitan una lectura fácil y precisa de la temperatura de la mercancía.
Digitalización de los procesos
Uno de los ejemplos más claros de digitalización en logística a temperatura controlada ha sido, precisamente, el transporte y almacenamiento de la vacuna de Pfizer y Biontech. Las farmacéuticas han empleado sensores térmicos habilitados con GPS, cuya ubicación se rastrea a través de una red de torres de vigilancia. Desde esa red se supervisa la posición de las vacunas en tiempo real, sobre todo garantizando que no se rompe la cadena del frío. Es decir, manteniéndose la temperatura por debajo de los -70 grados centígrados.
La digitalización logística implica el uso de nuevas tecnologías -en el caso de las vacunas se ha optado por la satélite-. Esto permitirá:
- Un mayor control, flexibilidad y rapidez de todos los procesos de la cadena de suministro.
- Una reducción de los gastos, ya que la automatización y digitalización suponen un incremento de la eficiencia y una mejora en el manejo de la información.
- Asegurar que las mercancías perecederas lleguen en buen estado, evitando pérdidas económicas y garantizando la satisfacción de los usuarios finales. Para conseguirlo, las soluciones de logística en frío aplicadas a la última milla serán esenciales.
- Transformación de sistemas analógicos en medios digitales que faciliten la trazabilidad de los productos y el manejo de los datos durante toda la cadena de suministro.
Vehículos acondicionados para la logística en frío
Los vehículos empleados en los envíos a temperatura controlada suelen estar provistos de indicadores que registran la temperatura del cubículo donde se sitúa la mercancía. En este sentido:
- Es necesario elegir el vehículo acondicionado idóneo para la carga. Por ejemplo, los conocidos como vehículos isotermos poseen un interior aislante que disminuye el intercambio de calor entre el interior y el exterior. Los refrigerados, además de mantener el frío interior, poseen una fuente de frío, normalmente de hielo o gas, que aminora la temperatura. Los frigoríficos, por su parte, están provistos con dispositivos de producción de frío que aminora la temperatura del interior, manteniéndola sean cuales sean las circunstancias externas.
- Una vez almacenada la mercancía, es necesario que las instalaciones donde se deposite también dispongan de equipos de medición y registro de la temperatura.
- Cobrará especial relevancia la utilización de dispositivos –como neveras inteligentes– para realizar las entregas de última milla.
En suma, la logística a temperatura controlada implica destinar numerosos recursos que impidan la rotura de la cadena de frío. Esta premisa se deberá tener en cuenta en todos los pasos del proceso: desde la recepción, almacenamiento, carga, envío, descarga y entrega de las mercancías.
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