El transporte controlado y seguro es esencial para garantizar la integridad de las muestras biológicas. Para ello, el sector sanitario y logístico deben trabajar de forma sincronizada respecto a tiempos, temperaturas y formas de almacenamiento. Sin embargo, antes de abordar cómo debe transportarse estos elementos tan particulares empecemos por definir lo que son.
Qué son las muestras biológicas
Una muestra biológica es una cantidad limitada de una sustancia o material procedente de un organismo. Esta muestra puede ser, por ejemplo, un órgano completo, un tejido, una célula o ADN. También los fluidos corporales como la saliva, la sangre, el sudor, la orina y tantos otros, cuentan como muestra biológica.
Para qué sirven las muestras biológicas
El objetivo de la utilización de estas muestras es representar, analizar y estudiar enfermedades, genotipos particulares, así como ancestría o pruebas de paternidad. Para que estos muestreos consigan resultados totalmente fiables deben darse algunas condiciones, las más importantes de las cuáles son que deben ser manipulados por un profesional y, además, deben conservarse de la manera correcta.
Transporte de muestras biológicas
En primer lugar, desde la perspectiva ética, cualquier estudio o proyecto de investigación que incluya la obtención de muestras biológicas debe contar obligatoriamente y sin excepción con el consentimiento informado del donante y con la correspondiente aprobación del Comité Ético de Investigación Clínica (CEIC).
Este órgano es el encargado de supervisar y controlar los ensayos clínicos, con el objetivo de que cumplan la normativa existente respecto a los aspectos metodológicos y éticos. Una vez se tienen en cuenta las normas deontológicas, es posible centrase en superar los retos derivados del transporte de muestras biológicas.
Los retos más destacados de transportar muestras biológicas:
Mantener la temperatura controlada
Normalmente las muestras para análisis deben conservarse refrigeradas a 4º C aproximadamente, pero también existen casos en las que deben ser congeladas a una temperatura de entre -20º C o – 80º C. Inclusive, las muestras pueden requerir una conservación en nitrógeno líquido, que llega a una temperatura de 196º C negativos.
Embalar a la perfección
Los embalajes adecuados para transportar sustancias biológicas infecciosas y las muestras de diagnóstico deben cumplir unas características específicas. El recipiente debe contar con tres capas: la primera, es un recipiente primario estanco en el que se deposita la muestra; la segunda es otro recipiente estanco que contiene material absorbente que sustrae el líquido de la muestra en caso de que se produzca una fuga; y, en tercer lugar, debe tener una envoltura exterior que proteja el recipiente secundario de las posibles influencias exteriores durante su transporte.
Etiquetar cada una de las muestras
Sin excepción, fuera del recipiente secundario debe colocarse una copia del listado de datos relativos a la muestra, además de indicaciones que permitan identificarla o describirla. Por otro lado, se recomienda mandar los mismos al laboratorio que va a recibir la muestra. De esta manera, el laboratorio receptor podrá reconocer la muestra y decidir la forma de manipularla y examinarla.
Lograr logística coordinada e impecable
Para que el transporte de muestras biológicas sea eficaz, necesita de una coordinación perfecta entre los diferentes agentes de la cadena de suministro: el expedidor, el transportista y el laboratorio receptor. Sólo si estos tres componentes están sincronizados, podrá garantizarse un transporte seguro y que la muestra, en definitiva, llegue al tiempo, al lugar y en las condiciones pertinentes.
Para que no haya que minimizar los posibles inconvenientes, será necesario establecer acuerdos previos entre el destinatario, transportista y expedidor y habrá que preparar los documentos necesarios para la expedición con tiempo.
Conseguir una trazabilidad completa
La trazabilidad puede lograrse implementando un GPS en la carga. Cada vez más, se usan neveras inteligentes que llevan implementada estas tecnologías para mantener un control total de este tipo de mercancías sanitarias. Además, la geolocalización suele ir acompañado de otras tecnologías, como sensores de temperatura y de impacto para asegurar que la mercancía llega a destino en óptimas condiciones.

Minimizar los riesgos de circulación
Es preciso que el transporte de este tipo de mercancías tan delicadas se haga por la vía más ágil y segura posible. Por ello, contar con un software inteligente que gestione las rutas automáticamente, puede ser una herramienta esencial. De esta manera, en el trayecto podrán evitarse atascos, accidentes o cualquier obstáculo que pudiera poner en peligro la integridad de las sustancias o materiales biológicos transportados.
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